En la vida ordinaria no nos damos cuenta de que tenemos esta capacidad de penetrar en nuestro interior, que regenera y sana tanto nuestro cuerpo como nuestra mente, y libera nuestro espiritu. Esto es asi porque estamos demasiado ocupados, o enfaenados con multitud de cosas intranscendentes, pero que creemos que nos son necesarias para la vida, sin embargo la mayoria de nosotros tenemos las necesidades básicas cubiertas para vivir, pero nuestra cabeza pensante no deja de seguir buscando cosas, personas, ideas, espacios nuevos…
No es que yo niegue la necesidad del progreso o ser emprendedor, pero claro está, siempre que no destruya lo principal, esto es al hombre mismo. Una vez que el ser humano tiene sus necesidades vitales cubiertas, todos sus esfuerzos por alcanzar mas cosas, que le lleguen a producir estrés, sean del tipo que sean, incluso los buenos deseos de autorrealización o de tratar de salvar el mundo, están minando su armonia interna, su bienestar natural, su propia salud…
El estrés puede ser eventual y disolverse con un cambio de actividad, como por ejemplo unas vacaciones, pero normalmente la persona ordinaria, vuelve a desarrollar mas actividades de las que puede controlar, y de nuevo cae en esa tensión continua que le supera, e incluso con el tiempo si esta actitud continua, le termina incapacitando para el trabajo o incluso le puede sobrevenir una depresión, o la enfermedad psicosomática. Esto es asi, porque, este tipo de persona, que es la mas corriente, está atrapada en un circulo vicioso. Por un lado están los móviles que le llevan a querer alcanzar cada vez metas mas altas, pues ademas cada vez que las alcanza su ego cree realizarse asi, y recibe una gran satisfacción con ello. Todo seria bueno para la persona si no subsistiese en ella un apego fantasioso exagerado de su ego, por el reconocimiento de su labor como algo especial, personal e intransferible, que le hace volver una y otra vez a caér en su propia trampa. Para completar la trampa del circulo vicioso en que se encuentra, y que racionalmente el mismo puede comprender, pero no evitar, está el hecho de que si quiere dar marcha atrás, no le va a resultar facil, pues ya no va a recibir las satisfacciones que recibe como premio a su esfuerzo, o al menos asi se lo parece, y al no conocer otro tipo de satisfacción mas interna, mas intima, mas realmente auténtica, no le queda mas remedio que seguir luchando en la brecha que el mismo ha abierto, siempre, como el ratón en la noria detras del queso, buscando afanosamente esa paz o felicidad que aún ni el exito le puede dar, cuanto mas si no lo obtiene.
Hoy dia existen a nuestro alcance cantidad de caminos espirituales de expansión de la conciencia, religiosos o no, que pueden ser muy eficaces para mejorar la vida de las personas, por un mayor autoconocimiento de si mismas y de los demás. Todos ellos han de pasar, en mayor o menor grado por la experiencia del silencio interior, hasta que,cuando aquel vacio que antes nos horrorizaba, ahora se sienta y conozca claramente como el estado ideal de la conciencia, por lo que a través de la práctica continuada de la meditación, tratamos de sumergirnos una y otra vez en esa fuente de energia vital y regeneradora, tanto de nuesto cuerpo fisico como de nuestra mente, y eso, a la larga, liberará nuestro espiritu y nos hará verdaderamente libres y felices.