Mas allá de la mente y el pensamiento hay un espacio verdaderamente libre de todo condicionamiento. Es el espacio de los “Inmortales”. Pues aunque mueran aparentemente como los demás mortales, su “espiritu de vitalidad” es imperecedero. Es igual que esten vivos en el espacio que conocemos normalmente o que se hayan desprendido del cuerpo fisico que les sirve de soporte, y nosotros los consideremos muertos. Ellos han encontrado en si mismos al “no nacido de vientre de mujer ” que hay en todos nosotros, y viven felices en este mundo y en su cuerpo fisico como cualquier otro, salvo en que no son participes de la contaminación emocional reinante ni de las enfermedades, vicios y otras calamidades comunes a los demás en general. Claro que tambien llevan una vida sana y equilibrada, tanto en la comida, como en el ejercicio y descanso adecuados, asi como, una vez alcanzada la “Iluminación,” siguen con continuidad en las prácticas diarias que les han llevado a ella. Claro que ahora es de un modo distinto. En ellos ya no dirige solo la mente, que ha quedado relegada para las cosas corrientes , sino el espiritu de vitalidad, que es su verdadero Ser y que tiene visión directa para distinguir lo verdadero de lo falso, tanto de la piel para dentro como para afuera.
Quiza lo mas desconcertante de estas personas sea su sencillez, tanto es asi que a pesar del elevado estado evolutivo alcanzado, pasan desapercibidas entre los demás porque no se preocupan por demostrarles su gran Sabiduria, o extraordinarias facultades que hayan alcanzado, pues en su carencia de ego no consideran que les pertenezcan por derecho propio, sino que están ahi para el servicio de todos. Sin embargo una luz no es para ocultarla debajo de una mesa, por ejemplo, sino para ponerla encima y que sirva para ver a todos, eso dijo el gran maestro Jesucristo. Tambien estas personas a las que me refiero, puntualmente y cuando lo requiere la ocasión, manifiestan la luz de que son portadores a los demás, cada uno en la medida que disponen de ella, y ademas, aunque la luz es la misma la tonalidad y la intensidad de cada uno es diferente. Esta gente siempre está dispuesta a ayudar en el ” Gran Camino que no tiene nombre alguno” a todo el que lo necesite, pero aún necesitandolo muchos, son pocos los que se dejan realmente ayudar, y ponen realmente de su parte, para progresar en el. Como estas personas dispuestas a ayudar no son proselitistas, muchos son los que se quedan sin su ayuda, y lo mas penoso es que son precisamente los que mas lo necesitan, pero el grado de “ignorancia básica”, aunque sean muy inteligentes intelectualmente o en otras cosas, puede ser tan grande en el conocimiento de si mismos, que ni por un instante reconocen lo que les pasa. Bien se les podria aplicar el dicho de Ortega: “Me pasa que no se lo que me pasa, y por eso me pasa lo que me pasa”. Son personas que siempre tienen problemas, achaques de salud, viven en el futuro o en el pasado pero nunca en el presente, se alteran por cualquier cosa, no tienen seguridad en si mismos, desconfian y ven posibles enemigos a cada paso. En resumen andan por la vida corriendo siempre en pos de algo que nunca les da conformado, o escapando de algo de lo que nunca se dan olvidado, por lo que pasan por la vida sin disfrutar de ella ni siquiera meridianamente, por mucho que a veces quieran aparentar que si. Solo si abandonasen su caracteristico mecanismo reactivo, que a veces les es inconsciente, de querer atojustificarse en todo eso que les pasa, y dieran cabida a la posibilidad de pensar al menos que las cosas no solo suceden al azar, y por eso a unos les toca y a otros no, sino que tambien hay en todos los seres una gran potencialidad para mejorarse a si mismos y sus circunstancias, podrdrian salir del infierno que ellos mismos se han montado y dejarian de echar siempre la culpa a los demás.