la erótica
Ella vino ella hoy a tomar un café. Por la tarde. Nos acodamos en la barra y charlamos hasta que una chispa de conversación nos llevó al arte. De ahí saltamos a la erótica, y combinando ambas, fui al rincón donde esperan su oportunidad ciertos libros cuasi clandestinos para que no los birle alguien con mala conciencia. Cogí dos, uno de Xosé Conde Corbal, con sexo en blanco y negro cual fotograma de cine en