LEVANTA EL CULO QUE VIENE EL JEFE
Tengo la vaga sensación de haber leído por ahí (mi erudición es muy laxa) que en los últimos días de Francisco Franco alguien acercó al lecho del moriturus la mano incorrupta de santa Teresa de Jesús, a la que le faltaba el meñique, para consuelo o solución de lo irremediable, vete tu a saber. Lo que está claro es que el milagroso alzamiento no se produjo por segunda vez, el enfermo no se levantó