Conversaciones con mi caballo. “Vainillo”
Ojeaba yo el manual “Aprende a sacar partido de tu melena” cuando la enfermera, con voz nasal y entonación de telefonista de estación, pronunció mi nombre. Una vez que hubo desmembrado mi apellido despojándolo del guión y mutilado el segundo componente, me di por aludido y me levanté de aquella tortura de silla después de media hora larga de espera. Tenía el culo cuadrado y cita con el siquiatra. Y es que últimamente estaba muy