Tristeza e indignación
Está cundiendo nuevamente el desánimo en la sociedad. Porque la pandemia está haciendo la ola por segunda vez. Muertos por doquier. Si el otro día más de cincuenta mil banderitas homenajeaban a los muertos de primera ola, ya podemos prepararnos para sumar un buen número más a ese montante que quita la sonrisa como si volaran dientes a puñetazos de una realidad bestia. Triste anda la gente, recluida mayormente porque va imponiéndose el miedo. Además
Poesía y García Teijeiro
Que cosa tan extraña es esto de la poesía. De la población habitualmente lectora en España, un siete por ciento, sólo un 0,2 por ciento de ésta lee poesía. No proporciona poder ni gloria. La mayor parte de los poetas que han alcanzado la inmortalidad han muerto como auténticos desconocidos salvo para los iniciados, cuando no en la indigencia, caso de Verlaine, Machado, Gabriel Celaya o Rubén Darío. Imposible ganarse la vida escribiendo poesía.