El cliente que se confundió
Aquí tenemos café. En su día, como ya conté alguna vez, estuvo abierto al público en general, incluso en jornadas ininterrumpidas de 12 horas. Pese a que siempre lo mantuvieron los cercanos, esas personas que con su mecenazgo en forma de cuota hacen posible que existamos físicamente, o sea, que tengamos abierto el espacio. Ahora no, nos cansamos de lo ganado por lo servido, pero currando el doble o triple, y ya sin personal ajeno