Fútbol de contacto. Daños colaterales.
Por fin ha acabado la liga de fútbol aficionado. Este equipo ha venido a celebrarlo al bar donde todos los días tomo el vino y leo el periódico. Es, pues, un café literario. Si el fútbol español fuese un árbol genealógico en el que los abuelos venerables sean la 1ª división, este equipo jugaría en la liga correspondiente a un cuñado de un primo segundo que pasaba por allí; un vástago joven e inútil