Hace dos semanas que miles de ciudadanos anónimos envían vídeos en Internet en los que se colocan un imán, las llaves, los cubiertos de la mesa o incluso un teléfono móvil y estos se les quedan pegados en el brazo donde les pusieron la vacuna, alrededor de la cara, en el cuello como resultado de un extraño magnetismo inexistente en el ser humano normal y que aparece en aquellas personas que han consentido formar parte de un experimento farmacéutico económico y de control llevado a cabo por un grupo privado formado por el foro económico mundial, el grupo Bilderberg, las farmacéuticas, las empresas de nanotecnología, el gobierno comunista chino y unos cuantos allegados más que desearían implantar un gobierno único en el planeta e incluso un pensamiento único.
Ayer recibimos los primeros vídeos enviados por personas de diferentes nacionalidades en los que se demuestra que esas personas están también conectadas por Bluetooth a su teléfono móvil Y a cualquier dispositivo que se encuentre a su alrededor que disponga de Bluetooth.
Ante estos hechos la reacción de las personas que se han atrevido a plantearse en alto qué hacer es la de ir a poner una denuncia su centro de salud y también exigir explicaciones a los médicos y enfermeros que les pusieron la vacuna para saber qué es exactamente lo que les pusieron y para que sirve.
Y al oír semejante decisión la primera pregunta que se me viene la cabeza es si esta decisión no estará sugerida por la telepatía sintética de ese grupo privado que por la fuerza bruta está sometiendo a la totalidad de la humanidad con el fin por supuesto de que los denunciantes no puedan obtener ninguna respuesta.
Médicos y enfermeros, vacunados en su mayoría ellos también, desconocen la composición de las vacunas y sobretodo desconocen la existencia de medios de control que se basan en la combinación de nanotecnología dentro de los cuerpos y el envío de ondas electromagnéticas o de radiofrecuencia que por lo visto también permiten la conexión por Bluetooth.
A leer los libros de Karl Schwab nos encontramos con que habla del Internet de los objetos, objetos como por ejemplo los electrodomésticos de la cocina que según él explica pretendería conectar por Bluetooth, pero de conectar a seres humanos no has hablado nada Y sin embargo es el lugar por el que han empezado…
La mentira es algo que tiene la pata corta y todo aquel que por uno u otro motivo conocía estas técnicas bien se podía imaginar que había algo más cuando este señor que es el presidente del foro económico mundial tenía personas en sus conferencias que hablaban que tenían acceso a los pensamientos y modificar las emociones desde la distancia de cada individuo del planeta.
Eso ya hace dos años…
Los resultados de la investigación del contenido de varios lotes de vacunas de un laboratorio alemán nos indican que además de proteínas que llevan a favorecer estados inflamatorios, trombos y la esterilidad se encuentran moléculas que ellos desconocen clasificadas como secretas.
Los médicos y enfermeros de los centros de salud y de los hospitales y de cualquier clínica o actividad que ellos mismos cuelgan vídeos en la redes sociales con metales o el teléfono que se les queda pegado al cuerpo han sido engañados exactamente igual que el resto de la población, policía y militares incluidos.
El efecto magnético de la combinación de la nanotecnología dentro del cuerpo con las ondas que cada cuerpo está recibiendo es el efecto que más llama la atención a día de hoy por improbable, por desconocido, por inusual.
Además de lo que explican en el foro de Davos que ( al igual que el gobierno comunista chino…) tienen acceso a los pensamientos de las personas y a modificar sus emociones desde la distancia también tienen acceso a aplicar una larga lista de enfermedades a distancia simplemente modificando la longitud de onda.
Y esto está en manos de las personas que controlan la venta de fármacos y el dinero.
JM