Estimado Moncho:
Me acabo de enterar de que se le ha dado la facultad de votar sin restricciones a los incapacitados intelectuales. Bienvenida sea la resolución porque, para algo tan poco intelectual como ejercer el derecho a votar ¿para qué se quiere estar capacitado intelectualmente? Y aun digo más, vistos los resultados de las elecciones en estos últimos decenios ¿aun hay alguien que dude de que los que votamos estábamos en pleno uso de nuestras facultades mentales?
Ya sé que la decisión no se refiere estrictamente a esto, y que hace mas bien alusión a cierto tipo de cortapisas legales que se les aplican a algunas personas, en forma de tutorías y otras monsergas judiciales, pero dejando de lado estas dolorosas situaciones llenas de agujeros, yo me siento un incapacitado intelectual pleno. Confieso que soy incapaz de entender de filosofía alemana o india, no ya en su idioma original, del que lo desconozco todo excepto lo que aprendí en las películas de nazis y de John Ford, sino también en cualquier buena traducción de la que tengo que fiarme. No entiendo ese origen del universo del Gran Estallido, ni tampoco entiendo el infinito grande y el pequeño y el mediano; no entiendo el ojo de dios metido en un triangulo escaleno y mucho menos el misterio de la santísima trinidad. Los triángulos, incluso los amorosos, me adelantan por la derecha. No entiendo ni una sola de las reacciones químicas que se dan en el cuerpo humano, ni el genoma, ni el agua mineral con gas. En fin, de estas profundas y sesudas cuestiones no entiendo nada, pero lo peor es que en la comprensión de la vida de todos los días tampoco estoy muy allá. Se me escapan las razones de la mayoría de los hechos anodinos y cotidianos. No comprendo nada de lo que dice el telediario, tampoco entiendo la relación entre los dedos y lo que surge en la pantalla del ordenador. No veo claro el sentido de la velocidad excesiva, ni los portazos en la madrugada. No comprendo la descortesía, la mala educación ni la avaricia de algunos. No entiendo que se cuide más de un perro que de la propia madre. Ni que alguien quiera acumular más dinero del que podrá gastar jamás, a cuenta del sudor de un vecino. No entiendo para qué sirven los curas y los generales de división y por qué nos empeñamos en mantenerlos, y no entiendo porqué hay tres políticos gordos por cada trabajador flaco. No entiendo porqué los más tontos hacen relojes en las mil y una noches de los palacios califales, parlamentos, ayuntamientos, diputaciones, fundaciones públicas, Organismos de Padres Desconocidos, Inclusas de Europa, Colegios Profesionales de Colipoterras, Asociaciones de Liberados Sexuales Sindicales Nocturnos ; ni a la gentuza que sale de la metamorfosis de crisálida a garrapata y que se amorra a la sangre de los que trabajan de verdad. No entiendo porqué se rescata bancos con un dinero que ya está irremisiblemente perdido, mientras los responsables del desaguisado se van de rositas, ni porqué para eliminar las listas de espera se retrasa la cita médica una y otra vez, a ver si mientras tanto se muere el ciudadano, y se nos soluciona el problema.
Toda esta sarta de incertidumbres, de ignorancias, de desconocimientos, solo me sirve para remachar la teoría de que todos, también en política, somos unos fracasados intelectuales, y que aquellas personas a las que se les ha declarado incapaces no deben ir a votar con ningún tipo de complejo, ya que así como el conocimiento y la sabiduría son limitados, la estupidez general es infinita y a quienes debería declararse incapaces intelectuales no son a los que quieran votar, sino a quienes quieren ser votados. Subidos a un palo de gallinero, todos estos gallos candidatos y sus pollos asesores, en los que incluyo tertuliadores en nómina, cacarean las más abyectas mamarrachadas sin temor a que ningún juez los reduzca a sancocho, o les retuerza el pescuezo por molestar el sueño de los que queríamos madrugar un poco menos, porque durmiendo éramos felices, a veces.
Perdone usted los exabruptos, y que tenga buena semana.
Atentamente,
Lázaro Isadán
1 comentario en “CARTAS DESDE LABABIA (29/03/2019)”
Muy, muy bueno!!