Forrester como todos los años hace un glosario de lo que debe hacerse en el año, para éste tiene en cuenta las dinámicas del mercado en la salida de la crisis, que según ellos prevén favorecerá a las empresas sean del tamaño que sean, siempre que tomen medidas agresivas, y las que sigan ancladas en lo que anteriormente les funcionó no es descartable que los riesgos que tendrán que afrontar puede hacerlas inviables y tendrán que cerrar. Se ha comprobado que lo que fue valido en los últimos años ahora no sirve. Solo las que sean audaces en la toma de decisiones y acciones de riesgo tomando las riendas de su destino, viendo que Amazon y Google lo han hecho aumentando el riesgo de desintermediación, tendrán que hacer lo mismo y utilizar los servicios nacionales de transporte y entrega; no puede existir una rotación alta de stock por los costes, pero si cumpliendo siempre con los gustos del cliente y servirle en un plazo máximo de 24 h lo que no esté en stock. La fidelización dejó de ser cuestión de tarjetas, envíos por e-Mail o teléfono, es la amabilidad, hablar con el cliente teniéndolo al tanto de lo que va a venir, obteniendo datos de lo que le gustaría comprar para poder ofrecérselo aunque haya que pedirlo. Hay que estar presente con todos los productos en Internet, con una web amigable y fácilmente entendida por el que la utiliza, que cuando lo compre reciba confirmación de cada situación del pedido y de la entrega, con la posibilidad de que pueda modificarla adaptándose a las necesidades del cliente. Tengamos presente que muchos ya han visto en otros lugares lo que buscan, por lo que hay que satisfacerle en lo que pida, orientándolo cuando no se tenga a donde pueda encontrarlo. Es aplicable tanto a las grandes empresas como las pequeñas, lo que significa que será preciso que las administraciones se involucren en ayudas a los pequeños comercios, pymes, y autónomos
Es positivo para la Galicia que el apoyo de los fondos de inversión haya crecido con la internacionalización, está entre las 5 primeras en inversión de capital privado, Ourense ocupa el último lugar, y el dinero de otras provincias compra empresas aquí, algo que entre empresarios políticos y autónomos deben modificar, siendo para ello indispensable la ayuda de la Administración.