El recibo de la luz vuelve a estar en el ojo del huracán, la bajada que se iba a producir en el mes de octubre quedó en “aguas de borraja”, las eléctricas se defienden diciendo que es debido a los impuestos y a los costes regulados que les impone el Gobierno, este ha reaccionado comprobando la evolución del precio de la luz en los últimos meses, que es cuando más se ha notado el aumento del recibo eléctrico con relación a principios del año, por lo que pidió a la “Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia” (CNMC) que investigará las causas de esta subida, especialmente en agosto y septiembre. El resultado ha sido impactante, no se produce energía hidráulica, y se utilizan lo menos posible a las energías baratas, recurriendo a las de mayor coste usando un 20% más el carbón y el gas, llegando en algunos momentos la producción eléctrica al 40% con centrales térmicas. Estas energías incrementan el recibo eléctrico con la repercusión de los impuestos medioambientales que aplica el Gobierno desde enero lo paga todo el consumidor, incluso lo correspondiente al llamado déficit tarifario (resumiendo y para entendernos subvención por pérdidas) que era de 3.000 millones de euros en el 2003 y al día de hoy se ha multiplicado por 10. El aumento de los embalses un 17% superior al normal en el mes mayo no supuso un uso mayor de la energía hidráulica, también descendió un 23% la producción con energías renovables. Por si no fuese suficiente el Gobierno autoriza la reapertura de la Central Nuclear de Garoña y los propietarios mayoritarios ponen pegas para la puesta en funcionamiento que tanto habían demandado.
Este pulso que se inició en marzo de 2012 cuando el Ministro Soria quiso realizar un Plan Energético y se encontró con la oposición de las grandes eléctricas e incluso de los Ministros del Gobierno encargados de la economía y finanzas. Desde ese momento en el sector energético sólo se realizaron “parches” que han conducido a tener una tarifa eléctrica cada vez más cara, ni tan siquiera el cambio a inicios del año con el “Precio Voluntario al Pequeño Consumidor” (PVPC) que iba reducir la factura, al pagar en función del la hora del día y del consumo, ha servido debido para evitar el enfrentamiento frontal entre ambas partes, y con el consumidor de espectador y pagano. Esperemos que se tenga el coraje de hacer un “Plan Energético” que nos permita tener precios comparables a los de la UE, sin olvidar que los beneficios se verán dentro de 15 o 20 años, hasta ese momento que las partes implicadas asuman sus responsabilidades y los costes, para que cómo sucede en países de nuestro entorno no sea el consumidor el que paga, lo asuman las eléctricas reduciendo sus beneficios. Quizás las palabras del ministro Soria de que “en breve” se completará cambios en la organización del mercado de distribución del gas puedan iniciar el camino. ¡Ojalá sea el primer paso!.