Una conversación en una tranquila terraza con dos amigos, a la sombra, sin coches, ni ruidos; y que, hace nada, parecía imposible. Pequeños placeres casi olvidados que valoramos , como si nunca antes hubieran sucedido. Algo bueno tendría que tener esta situación y, lo tiene, apreciar algunos momentos como si fuera la primera vez que suceden. Nada como un paréntesis para sentirnos tan vivos como ahora. El precio ha sido demasiado alto, será por eso que nos alegramos tanto de haber salido de esta indemnes, al menos de momento. El café de esta mañana ha sido como el primero de nuestra vida. O casi…