Luis Ferrer y Quevedo
La crónica por la tarde, los vídeos de la charla en un par de días, ahora me toca el vino con los amigos tertulianos de la mañana, cosa sagrada. Me voy, que faltan diez minutos para la cita con estos últimos a las doce del mediodía. Que duelan las orejas allende de nuestras casas pequeñas.