Arthur Rimbaud: el monstruo errante que dinamitó la poesía (Por Jesús Fernández Úbeda en Libertad Digital)
Rimbaud odió sin causa, fabricó su genio con ricina y abandonó la literatura con 21 años, cuando sintió que su jornada estaba hecha. Quizá, su vida sólo fue un combate feroz y sin reglas contra el tedio y el bostezo. “El aburrimiento ya no es mi amor”, escribe en el poema “Mala sangre”. De ahí sus fugas preadolescentes, sus enfrentamientos de gallito, su apetito voraz por la poesía, su romance atómico con Verlaine, su renuncia