Conversaciones con mi caballo. XIII
Después de dos semanas sin pasar por casa, recojo del buzón resma y media de cartas. Menos una, meto el resto en el buzón del cartero que es lo que hago siempre cuando se trata de propaganda sin destinatario definido. Me sigue pasmando la insistencia de algunas empresas en continuar perdiendo el tiempo y el dinero enviando publicidad que va directamente a la papelera. Yo lo haría de otra manera y así, a bote pronto,