Fuera tópicos. Esta última campaña electoral me harté de escuchar a gentes de la política denigrar la España anterior a la actual. Yo no sé si los que hemos nacido a mitad de siglo anterior le debemos algo a estos que se desvinculan de la historia pasada, pero no hay duda de que todos salimos de madres que nos precedieron en el tiempo y junto a nuestros padres formaron parte de generaciones anteriores a la

Hace unos días hablamos Julio y yo de este artista. Julio Larbec fue quien me presentó en su día a Rodriguez regalándome disco, CD y DVD. Así lo pude conocer y saber de su historia, única, pero no de esa unicidad propia de cada individuo sino mas bien de caso excepcional de un hombre que triunfa extraordinariamente casi en las antípodas de su país sin que en el suyo, USA, ni dios sabía de él.

La música no para. Es un tunda-tunda que inhibe la facultad del pensamiento. La atención del libro se extravía hacia una especie de Ibiza años70 que, además, nos espera con alguna droga que estimula la danza inacabable. Desde el regueton o reggaeton de Playa América, con su festival de masas, masas, masas, hasta la exquisitez del Sheraton de Sesimbra, no pares, ¡oh!, no, no pares, oh,  a tomar por saco el libro que tienes en

Son los muros que delimitan el arenal de Playa América los que para muchos suponen el punto final para dar la vuelta y cumplir con genuina obligación de coger la forma física que hemos perdido absolutamente durante el invierno y cotidianeidad del día a día laboral o en la ciudad habitacional permanente. Toca verano, y estos muros son tocados por la mayor parte de quienes cumplen con esa liturgia veraniega que moja los pies del

Tenía pensado hace unos meses proponerle a Manuel Baltar un proyecto de jazz para el Festival de cine, porque no está nada mal la idea, que guardo para mí por si su sustituto el señor Menor quisiera hacerlo, aunque tendrá que esperar a la próxima edición, si la hay, porque ya no llegamos. No, no se trata de traer al enorme Clint que es gran aficionado al jazz, como demostró con su cine, pero sí

Me gustan estas pelis sobre todo porque siempre ganan los buenos y estoy hasta las mismas pelotas de que lo hagan los malos. Y que no me diga nadie que no se puede saber donde está el bien y donde el mal, porque esto no se aprende sino se nace con ello, un instinto que es sexto sentido que en caso de avería siempre puede contar con una chuleta que apunta para aprobar al respecto.