La portada es para David Jiménez, ex director de El Mundo y escritor de “El Director” y “El Corresponsal”, dos libros distintos pero igual -o casi- de interesantes. Portada porque ahora le llega el turno a un tercer libro que lo he pillado en cuánto me lo enseñó Leticia de librería Tanco. Daré buena cuenta de “Los diarios del opio” este fin de semana, para después invitar al amigo David a volver a nuestra casa, elcercano, a visitarnos y contarnos lo escrito. Además, queremos llenar la pared de las fotografías y repetir con una suya, por cuestiones de afecto.
Lo de Manuel Cabezas va de otra cosa. Es política. Va de enredar con pactos imposibles con tal de no dar el brazo a torcer, a pesar de que no ceder no tenga solución a la vista. La partida política de Ourense tras estas municipales está cantada desde el minuto y hora que se supo el resultado. La lista más votada en el Concello gobernará la ciudad, asimismo en la Diputación. Lo demás es enredar por enredar ya que alianzas contra natura son inviables siempre, pero máxime a estas alturas de las venideras elecciones generales. Manuel Cabezas no puede aspirar a otra cosa que a un puesto que le hagan los de su partido en otro escenario y lo alejen con ello de la mala medida tomada en su día por todos al presentarlo. El granito en el culo será Araujo, que no se sabe si será leal al partido porque no hay dos sin tres, pero será tan minúsculo que no molestará más allá de la anécdota. En Democracia la fuerza la dan las urnas y lo de las listas más votadas como eje referencial para que se recompongan Concellos y Diputaciones gallegos desde el punto de vista popular, hasta lo ha refrendado hoy mismo el propio Rueda. Confundir deseo con realidad nos lleva a la confusión de una madeja que no puede calcetar nada.
Los ejecutivos ya no usan carteras, las carteras de ejecutivo que les regalaban las esposas cuando eran ellos como los de la foto, sexo masculino. No, no usan ni de piel ni de otro material según el estatus en el orden empresarial, ahora toca la mochila colgada al hombro por una asa dándole al traje un punto de desenfado que para nada hay. Me pregunté hoy al ver a estos dos hombres por la espalda ¿qué coño se puede llevar en una mochila para estar una mañana en la oficina? ¿llevarán bocadillo y cerveza dentro? ¿miles de folios revisados en casa para avanzar trabajo? ¿qué carallo llevarán?