Hoy me pregunto si estoy en los archivos secretos del espía que actuó (¿y actúa? qui lo sá) en la Alcaldía de Ourense. Porque yo también pasé por ese despacho de las escuchas, a mediados de marzo, con motivo de un proyecto presentado a la Concejalía de Educación del Ayuntamiento en torno a un libro editado por elcercano. Como pasé por otros despachos oficiales, cuales de la Diputación de Ourense, la Consellería de cultura, la vicepresidencia de la Diputación de Lugo, y no pasé por la de A Coruña porque no me recibieron, al menos de momento; y es que los que hacemos libros tratamos de vivir también de ellos, a no ser que seamos Fundación o propia Administración, que no es el caso, o lavadoras de dinero negro. El caso es que hoy me siento espiado, y como también me siento muy humano, es decir, lleno de las debilidades pertinentes de nuestra condición, me toca los huevos que alguien pueda escuchar mi voz ilegalmente cuando sale a pacer en conversación privada. y descontextualicen un “hijo de puta” referido a cualquiera en un exceso de vehemencia no aconsejable, pero que ocurre a veces. No tengo ningún temor a que nadie pueda escupirme algo que afecte a mi honestidad, simplemente porque estoy muy seguro de que no lo soy, deshonesto, pero de saber quien lo ha hecho le pondría una querella por su perversa acción, aunque sea simplemente un daño colateral. Es como si cuando vas al baño te sigue un tío y se pone a mear a tu lado para verte la chorra sin ningún pudor; la mía no será muy distinta a la de cualquier otra pero que vaya a vérsela a su padre. Por supuesto, no todo vale en esta competición de la vida por ganárnosla cada día, así que váyanse a tomar por culo quien utiliza métodos inmorales para fines perversos, como es el caso.
- Sección: Noticias
- Publicado el 11 mayo 2023
- Por Moncho
¿Me habrán espiado?
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Moncho
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