Estaba en elcercano deprimiéndome algo por culpa de las obligaciones que nos creamos todos los que regimos un café para responder como machotes ante los potenciales clientes y no tenerlos. Porque no sé qué pasa que nadie pidiendo ni un café. Pero la depresión no llegó al río, ni siquiera a la mínima lágrima, porque no hay que por bien no venga, y estando Paloma en el Centro cultural de la Diputación para no perderse la actuación de Guzmán, pues que cogí la prisa por montera para recoger y marchar de allí cagando leches y dejando el cumplimiento del horario para otro. Y es que ya está bien de ser esclavos de uno mismo y sus prejuicios; que atiendan, cuando a mí no me peta laborar, por ejemplo a los clientes el Gobierno, que nos sube cuotas, salarios mínimos e impuestos máximos por la gorra y la cara que tienen; que los atiendan y a mí me paguen también el salario mínimo interprofesional, ¿o acaso no trabajo como cualquier otro trabajador?. Bueno, el caso es que me fui, además, porque Paloma me llamó desde allí contándome que no había ni un puñado de personas. Pobre, ella había ido una hora antes pensando que el aforo se completaría de inmediato, era gratis y ya sabemos como gusta no pagar a la peña por ver espectáculo. Sin embargo, al llegar, al filo de las diez de la noche, se había demorado media hora, me encontré con aproximadamente medio centenar de personas. Me fui con Paloma y delante de mí el presidente Baltar, responsable de esta semana inventada como Industria Cultural y Creativa, al que por cierto recordé brevemente un asunto pendiente que tenemos entre manos, pero que se deslizó discretamente hacia la invisibilidad muy pronto, lo que al mirar para atrás me hizo observar que con él se había vaciado el local alrededor de una decena de personas. Quedó, eso sí, el contador oficial de LR, J. Noguerol, que se fue también antes de la hora por mucho Guzmán que presente la señora azul o recuerde tiempos de otrora. La ICC Week no es que fuera la causa de que no tuviera clientela en el Café, porque son públicos distintos, pero hoy ICC, mañana MITEU, pasado Festival de Cine, al otro no sé qué, no hay quien compita con el emprendedor público. Será mejor ir pensando en jubilarse y que le pague la cuota de autónomos la madre que parió a quienes nos explotan como gilipollas, léase Gobierno o responsables de nuestras relaciones laborales y la pasta que reparte a su antojo. Bien por Guzmán, al menos nos ofreció un pequeño concierto grande, dejándose la voz, pero no como lo dejó el público que se fue antes de tiempo. Seguro que la presencia de Paloma y su voz le compensó.
- Sección: Noticias
- Publicado el 18 abril 2023
- Por Moncho
El autónomo tocado y la ICC Week
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