Estamos embalados hacia la idiocia total. USA pone la proa a todo aquello que les parece racista o sexista o machista o lo que les venga en gana, hasta unos limites de máxima represión a la libertad de expresión, incluso de pensamiento, o de sentimiento. Todo les ofende, ahora llega el turno a los gimnasios mixtos donde los tíos no podrán admirar libremente a las mujeres que coincidan con ellos haciendo ejercicio por el riesgo de que les provoquen profundo malestar al sentirse intimidades y/o acosadas por ello. Pero también a James Bond le toca turno a pasar por la tijera, y menos mal que no queman los libros en la hoguera de nueva Inquisición. Toca a los libros del espía James Bond ser reeditados eliminando las referencias racistas que puedan ser consideradas ofensivas, así la editorial revisa los textos sin alusiones raciales, como entienden a tal efecto la palabra ‘negro’, sustituyéndola por persona negra u hombre negro. El escritor Pérez Reverte ya se pronunció al respecto de la siguiente manera: “Más hipócrita basura anglosajona que los europeos haremos nuestra, como de costumbre. Gracias a los demagogos, los oportunistas que hacen de esto su negocio y los idiotas que les aplauden, el siglo XXI está siendo el siglo de la estupidez. Enhorabuena”-
Desde luego, se libran estos censores contemporáneos de que 007 no tenga ya a Roger Moore o Sean Connery, porque estos les iban a dar collejas hasta decir basta, más que por represores por auténticos imbéciles. ¡Dios, como anda el patio!