La foto es la del día en todos los periódicos. Unos inmigrantes subidos al gigantesco timón de un barco durante 4.000 millas u once días. Parece increíble, porque no sufrir un golpe de mar que los hubiera barrido de la superficie de ese timón es algo casi inaudito, de ahí lo de parecer increíble. De serlo, hay que ver hasta qué punto se arriesgan los polizones, hasta la muerte, con tal de llegar a nuestra tierra. Muy mal tienen que estar en la suya, Nigeria. Pero no es la manera, sin duda, por su seguridad y la nuestra. La inmigración debe procurarse que sea legal y ordenada, porque ganaríamos todos, por una parte el inmigrante que viene con deseos de integrarse en la tierra que lo recibe, y el nativo que se verá ayudado en el futuro con esta sabia nueva, jóvenes que escasean por planes hedonistas de una sociedad que se verá con la vejez sin prepararse. A estos tres temerarios inmigrantes yo le daría la nacionalizad española, siempre y cuando jurasen en conciencia el deseo de integración en nuestras maneras y costumbre o ley, y si se pudiera contrastar su falta de voluntad a usar cualquier tipo de violencia en el curso de su estancia en nuestro país, si es que Canarias es España, y de momento es sí. Impactante y triste por lo que representa, y seguimos sin ordenar esta inmigración masiva que es difícil de soportar, y, si no, se lo pregunten a Canarias.
Impactante
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