Hoy nos fuimos a La Coruña para ver el estreno de la película documental sobre María Casares, cuyo centenario del nacimiento se cumplía precisamente hoy. Nos invitó el director de la película Xabier Villaverde, quien solicitó a las autoridades presentes que se pudiese llamar Teatro María Casares a lo que es hoy se llama Colón. La verdad es que Colón fue mucho Colón y por ello quizás ese empeño no se corresponda en justicia pues se viste a un santo desvistiendo a otro; mejor sería, quizá, recordarla con una calle u otro teatro nuevo, si es que hay lugar para ello, que eso ya es otro problema, el que para llenar teatros hay que invitar casi a una fiesta donde la creme de la creme de cada ciudad aprovecha para saludar, ver o curiosear a otras gentes con quienes pueda interesarles coincidir. Y es que te encuentras siempre a gente conocida en estos templos culturales, eso sí, con mucha pacotilla; por ejemplo, me encontré previamente a la entrada, en un café de enfrente, pidiendo su consumición, en ese momento solo pues después lo volví a ver unas filas delante en el patio de butacas con una bella mujer, y me alegré, porque tenía un pequeño ajuste de cuentas que hacer, por tanto me acerque a él y le comenté el doble plantón que nos dio en elcercano cuando vino el grupo Rompente sin él, que no avisó sino unos minutos antes. Te quedas genial cuando a una persona desconsiderada le dices a la cara, eso sí, con una sonrisa, lo mal educado y desconsiderado que es; en un momento a solas el desconcierto se hace dubitativo y bloquea toda la magnificencia que el susodicho cree tener cuando le ríen su gracia algunos acólitos de alrededor. El calvo de la primera fila es él.
El documental de Xabier Villaverde es bueno, para mí un pelín largo, en el que destacaría sobremanera las apariciones de los dibujos de mi tío Xosé Conde Corbal sobre la guerra, que son magníficos. Fue la razón de nuestra relación, el arte del Corbal que él descubrió y desde entonces es fan superior del pintor. La verdad es que a lo largo de la película salen dibujos de este gran artista, del que falta le hagan justicia las gentes del arte que andan todo el día falando barato del mismo sin mirar hacia donde está lo superior.
Fue una noche agradable donde coincidimos varios primos para disfrutar de un buen rato como este donde se homenajea indirectamente al artista Conde Corbal. No andaba Román para enterarse, una pena. A la vuelta al hotel, la calle mojada y vacía nos daba una pátina al alma para dormir como niños.