Me lo dijeron hoy y no me lo podía creer, que murió Jorge Borrajo el sábado, fulminado por un infarto que su querida esposa Magoya ni presenció, de lo fulminante que fue, hasta no poder decir siquiera un ‘me voy, te espero al otro lado’. No hay consuelo para una persona como su mujer, porque Jorge eran dos, ella y él, siempre pegados una a otro. Realmente resulta una pérdida muy dolorosa. Aún desde cierta lejanía de no compartir demasiados momentos juntos por mor de vidas distintas, sin embargo siempre lo sentí y sentimos cercano, muy cercano, empujando con empatía nuestro ánimo en el momento más delicado, como si oliese ese apoyo demandado sutilmente y que él saldaba elegantemente con finura y sin palabras. Hemos perdido a un cercano amigo que deja un hueco en nuestra vida, hueco por el que hemos de pasar algún día nosotros mismos, los vivos, y en el que espero de alguna forma volverlo a encontrar. Decía el gran Séneca en Consolación a Marcia que podemos considerar a los muertos como ausentes, personas a las que hemos dejado partir para que nos precedan en el destino común que nos espera. Pero, ¡qué pena tu ausencia, querido Jorge!
- Sección: Varios
- Publicado el 17 octubre 2022
- Por Moncho
De luto por Jorge
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Moncho
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