Resulta que hemos recibido unas fotos desde República Dominicana con un mensaje de agradecimiento que particularmente me tocó la fibra. Espero que me disculpe el Padre Santana por hacer pública la información que me da sobre el destino de lo recaudado por la venta de ejemplares del libro que editamos en elcercano del añorado Padre José Carlos Rodriguez y que enviamos a República Dominicana a gastos pagos, como no podía ser de otra manera, y como contribución del propio Jose Carlos a lo que fuera menester en el lugar donde había pasado la mayor parte de su vida y que tanto recordaba en su última etapa en Ourense. Pues bien, la cantidad recaudada sirvió para cubrir los gastos de las instalaciones eléctricas del órgano que adquirieron las Siervas de María, algo sencillo y modesto pero que espero suene como música celestial. El hecho de haber disfrutado tanto de la compañía y amistad de José Carlos nos ha dado la oportunidad de que nos contactase esta buena gente católica para compartir el legado último que nos dejó a todos con su libro y por ello recibir un empujón más de bonhomía vía nuestro obispo que en paz descanse.
Las pequeñas cosas que nos emocionan
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