Yo que sé, o SEI LÁ, como dice el título del libro último de S. Lamas, de quien comienzo a recibir buenas impresiones desde otros lares sobre el mismo, de hecho se habla de él en círculos pequeños pero círculos interesantes, cuestión que cuenta más que mil compradores que no leen; y lo dice un editor. Y citaré tan solo a unos de éstos que lo leyeron en Madrid, Alfonso Armada, precisamente el que presentaba hoy su propio libro “Cuaderno de viaje al país natal”, último de un buen paquete ya de ellos, donde tenemos el honor de figurar como editores de “Cuaderno de Hollywood”, presentado en Vigo también en el Museso do Mar, cuyas ventanas abiertas en la piedra de la pared sur nos brinda miles de fotografías distintas de un paisaje marítimo único.
Pero hablaba al principio de yo que sé si son casualidades o que la vida es una loca amiga que juega con nosotros a desconcertarnos y sorprendernos ricamente. Y os cuento. Ayer por la tarde, leyendo el artículo del libro de Manuel Jabois “”Hay más cuernos en un buenas noches” dedicado al gran Carlos Oroza, trascribo lo que leo textualmente: “Lo acompañaron hasta el final amigos como su último protector, Javier Romero y familia, que lo cuidaron como si estuvies en su última juventud, y Uxío Novoneyra…”. Celebré que Jabois reconociera lo que en justicia corresponde, pues soy testigo con la venida de Oroza a elcercano el entusiasmo y protección de ambos citados con el poeta, asimismo como cuando en Vigo lo encontraba siempre en el Café Tras do Marco, que regentaba Javier, cual si fuera su segunda casa. Pues bien, al acabar de leer me acordé de Javier, pues hacía tiempo que no nos hablábamos y habíamos quedado la última vez de hacerlo sobre Rompente y el libro editado por Elvira Editorial. Yo no bajo el teléfono a la playa, así que el fenómeno me sorprendió aún más, pues tras un rato no superior a media hora al llegar a casa de la playa fui a ver el móvil por si las moscas, y hete ahí que vi dos llamadas telefónicas perdidas de Javier Romero. ¡No puede ser! Esto no es posible, leer su nombre en el libro de Jabois, pensar en nuestra llamada pendiente, y de pronto ahí estaba, dos perdidas a falta de una. Claro está, lo llamé, me contó lo que quería decirme y le conté lo que me había pasmado el suceso. Y sigue la cosa, porque hablamos telefónicamente de fechas para elcercano de diversas cosas que vamos a hacer, entre ellas la de Rompente y el libro de Antón Patiño, que va a hablar con ellos de fechas y las cerraremos según nuestro calendario también.
Pues nada, volvemos al día de hoy y al Museo del Mar. Entro con mis amigos Benito Fernández y Nuria Carballo a quienes veo en el bar de la entrada. Nos sentamos, escuchamos a los intervinientes, Juan Carlos Silva -Jefazo del Grupo Prensa Ibérica- quien se había portado fantásticamente conmigo con ocasión de presentar O noso camiño en el Club Faro, un alto cargo del Banco Sabadell, el conselleiro Román y el protagonista Alfonso Armada. Al rato nos agradecían la presencia con un vino en ese marco incomparable que el rioja entraba a sabor de mar como néctar de dioses. La querida Mara Costas me presentó a varias personas, entre las que cuento a Rogelio el director de Faro de Vigo y su esposa también periodista, encontré a otros ya conocidos como Din Matamoros o la estimada Silvia Bardelás, a… maldita memoria que no retiene los nombres de personas agradables que me hicieron pasar un rato muy entretenido, y ahí viene el remate del párrafo anterior, al final me presentan a Menchu Lamas y Antón Patiño, el mismo Antón Patiño con quien iba a hablar Javier Romero para concretar fechar en elcercano y quien me conocía de referencia por eso mismo. Un clima cojonudo, había hecho frío y amenazó lluvia hasta después del mediodía, pero no, no me refería a esta climatología que también nos acompañó favorablemente sino a la referida como ambiente cordial y de alegría, incluso con Román DeMiCita que retomamos también, bien, bien, bien. Adelante con O NOSO CAMIÑO