Argelia ha suspendido el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado el 8 de octubre de 2002, por su «injustificable» posición sobre el Sáhara Occidental, violación de sus obligaciones legales, morales y políticas, respaldando una fórmula ilegal e ilegítima -dice Argelia- en referencia a la autodeterminación para el Sáhara propuesta por Marruecos.
Por otro lado, el Gobierno ha lamentado el anuncio de Argelia y continúa considerando a Argelia «un país vecino y amigo», y por ello, «reitera su plena disponibilidad para seguir manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación entre los dos países, en beneficio de ambos pueblos». Pedro Sánchez ha defendido ante el pleno de Congreso su giro en la posición sobre el Sáhara Occidental, que cree que está ya dando resultados positivos en la
relación con Marruecos. Nada se dice de la posible respuesta al escrito del diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero, efectuada ya el 24 de mayo, donde interroga al presidente sobre relaciones comerciales con Marruecos y el papel de su mujer Begoña en negocios con pingües beneficios, lo que nos hace pensar que no la hay.