Inauguró su exposición en elcercano la amiga Ana Navas. La explosión de color de sus cuadros se unió a un ambiente cálido de cantidad de amigos que quisieron acompañarlo en esta primera ocasión que muestra públicamente su arte. Casi cien personas nos juntamos hoy en torno a sus retratos para disfrutar sobre todo de la emoción de Ana que es tan humana como agradable. No faltaron canapés, diecisiete bandejas de ellos hicieron que sobraran unas cuántas a pesar de que los asistentes le dieron a las mandíbulas como se debe en estos casos. Vinos a satisfacción en un gesto de generosidad que se agradece por contraste con tanto rácano que hay. Hasta vinieron personas extremadamente vinculadas a alguno que nos quiere cerrados o al menos con la boca cerrada, porque la vida es así y a veces se vuelven las lanzas contra uno sin siquiera esperarlo o sospecharlo. El arte merece la pena el cansancio acumulado por una jornada dura, donde dos personas, que no van de fundaciones ni corporaciones o plataformas de mucho pico de oro y poca pala de cavar, gracias a sentirse rodeado de personas cercanas que no miran el interés de la cultura a través del ojo de cerradura de la puerta blindada para guardar el dinero. Gracias al jazz que suena y compensa silencios de soledad por no doblar la cerviz y tener opinión propia en esta ciudad, gracias a las sonrisas de los que disfrutan de un día especial como el caso de Ana, gracias a esta luz cálida y baja que elimina la visión de feas caras que están a que te pegues una leche para saltar de contento, gracias a tantos que nos dan tanto altruistamente y por amistad, aquí, en elcercano, seguiremos poniendo nuestras paredes a disposición de quien quiera exponer, dejaremos que los músicos de jazz puedan ganar algo de dinero con actuaciones en vivo y sin restarle comisiones por ceder la sala, dejaremos que sigan presentando sus libros los que piensan como bloques o lo hacen conservadoramente. Aquí todo cabe porque cabemos todos, todos los que no estén chinchando por el simple hacer desde hace quince años sin pedirles permisos ni chuparles la mano. Viva el arte de Ana Navas y el de todos los que quieren emocionarnos, aunque ni siquiera lo consigan a veces, que no es el caso, porque lo importante es hacer, estar dando brasa a las ideas y el conocimiento, y seguir remando por si nos queda algo. Que algo quedará.
- Sección: Noticias
- Publicado el 20 mayo 2022
- Por Moncho
Ana Navas, feliz inaugurando
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