Estamos en pleno invierno y llegaron los días fríos. No me explico como Pepe Rivela se baña todos los días en el Miño a ocho grados dentro, y ocho también fuera. Debajo del agua y en su salida. Pero, además del frío que tapa cualquier boca, sin contar con la mascarilla, hace frío anímico, este que se mete desde los pies hasta el cerebro, porque hay poca compañía, la que se necesita pero está huidiza también porque lo necesita. Dos necesidades encontradas que por repetidas nos tienen hasta las narices. Hoy hizo mucho frío. Que alguien cierre la puerta de ventilación.
- Sección: Cine
- Publicado el 19 enero 2022
- Por Moncho
Que frío
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