Es lo que nos han contado esta semana las autoridades reunidas en Ourense para darse un masaje recíproco, con la irrupción de ex políticos como Pepiño dedicado hoy a forrarse con sus intermediaciones, o la sempiterna Ana Pastor, toda una vida en la política, apoyada por el sello pontevedrés que parece imprimir determinado carácter. O sea que las autoridades han decidido “ahora”, después de veinte años esperando que llegase el AVE y como si no hubiesen tenido en esos veinte años suficiente tiempo para hacerlo, crear un comité de expertos que estudiará la mejor manera de explotar las posibilidades que nos trae a Galicia la llegada de la Alta Velocidad. Pues sí que vamos lentos, porque si hemos tardado tanto en crear un comité para ello, ya nos podemos imaginar el tiempo que nos hará falta para reconvertir infraestructuras o crear nuevas suficientemente potentes como para que esta nueva realidad sea constatable positivamente en nuestros indicadores económicos.
Bueno, pues simplemente para aportar algo en lo que debieran pensar estos miembros futuros del Comité de expertos, ¡ay, con la experiencia que hemos tenido con otros comités de la pandemia, que Dios nos coja confesados!, y que no por repetido mil veces desde esta misma página dejaremos de hacerlo siempre que venga al caso, como es el caso: que soterren esa carretera que pasa por debajo de un ojo del puente romano de Ourense y que liberen así de la cadena que tiene presa a la ciudad para que disfrute de su río como es natural. Si además, enfocan la mirada hacia la capacidad termal y su desarrollo baneario medicinal, tendríamos esperanza de no morirnos antes de ver a nuestra ciudad crecer con sentido.
Suerte a todos, y al toro.