Dice la noticia de EL MUNDO que las “delaciones” contra profesores universitarios que emplean el castellano en las aulas se han disparado en las últimas semanas en Cataluña, después de que la Generalitat decidiera fomentar y amparar institucionalmente el señalamiento de estos docentes. Y cuando se lee esta noticia, a distancia de su repercusión más íntima y personal, cual es ser uno de estos profesores señalados y estigmatizados por otros, lo menos que provoca es irritación y asco. Porque ya desde pequeñito uno sentía rechazo al chivato de turno que no lo era por presumible responsabilidad individual de creer en la pureza de la norma sino por simple peloteo y posicionamiento clave alrededor del premio o la prebenda del profesor de turno. Pues este asco e irritabilidad se puede sentir también cuando se lee que hay gente dedicada a chivarse de que el profesor universitario da su clase en castellano, cual si el castellano no fuera una lengua oficial de esta parte de Cataluña, por mucho que otra parte se empeñe en hacer de Cataluña solo suya por razones de raza y sentimiento nacional que ¡oh, casualidad! les reporta cantidad de negocio y beneficio de fondos públicos. Es una puta vergüenza asistir en vivo a un presente que recuerda señalamientos de otrora que derivaron en toda suerte de consecuencias, y no buenas. Pero es que, además, ¡tontos, más que tontos!, persiguen la docencia en castellano al tiempo que acusan falta de profesorado en catalán para impartir docencia en la misma Universidad. ¿Será que para los políticos lo de la enseñanza les importan un carajo siempre y cuando la ignorancia hable en catalán?. La libertad individual de los demás se la pasan por el arco del triunfo aquellos que quieren la libertad suya a costa de los que no piensan y hablan como ellos; es un paso atrás de la humanidad crear diferencias donde no las hay, inventar disputas sin calcular los costes, entre los que puede existir reacción como contrapeso de esta acción coartadora de elementales derechos. ¡Qué asco estos chivatos, siempre lucrándose de las peores maneras de comportarse socialmente! Suerte y ánimo a quienes sufren persecución y miedo por culpa de ellos.
¿Qué pensará de todo esto nuestro amigo catalán Christian? El próximo día se lo preguntaré.