La verdad es que no sé muy bien por qué lo saqué en su día, me refiero al título de periodismo, pues ya al comenzar los estudios en la facultad comprobé que la profesionalidad se ponía la servicio, no de informar sobre la verdad de los hechos, cualesquiera que éstos fueran, sino más bien en instrumentalizar la empresa periodística en favor de la ideología o partido político o interés crematístico. Ya entonces, algo me olió mal pero acabé la carrera pensando en el título y por si acaso ese olfato era debido a algún problema nasal propio y no a la objetividad como principio. Cheiró y siguió cheirando toda la vida en mi experiencia profesional con los medios, donde la censura dejó en ocasiones su fuerte sabor en la comisura de los labios que querían decir y contar la propia vida y sus noticias. Pero es que ahora asistes a algo tan denigrante como la propuesta que firman periodistas contratados a dedo por los partidos políticos para sus Gabinetes de Prensa en el Congreso que ejercen este especial periodismo que dista de la objetividad e independencia que preconizaban aquellos estudios de la Facultad. Son estos profesionales mayormente relaciones públicas, unos agentes especializados con la prensa al objeto de tratar de inclinar su simpatía para favorecer los intereses últimos del poder que los tiene en nómina. Pues bien, gran parte de éstos profesionales, curiosamente los Jefes de Gabinete de los partidos políticos de gobierno o de los que lo apoyan, tienen la desvergüenza de emitir un comunicado conjunto de censura hacia otros periodistas que preguntan lo que les viene en gana, claro es que su gana es contraria al interés de ellos. El caso saltó con Rufián en una comparecencia donde a las preguntas de dos periodista de EDA TV y otro medio, perfectamente acreditados por la propia Mesa del Congreso, contestó simplemente negando la respuestas a medios de ultraderecha, y enrocado en esta muletilla no dio razón de lo que se preguntaba. A mí me parece fatal como periodista, aunque no ejerciente, que el preguntado en rueda de prensa no conteste por puro prejuicio al profesional que pregunta; lo llamo CENSURA, y para los que valoramos la libertad de prensa, expresión y de pensamiento, nos hace albergar muchas dudas sobre la podredumbre democrática. Pero, además, lo que me asombra es que, después de un repaso en todos los medios de comunicación digitales solo advierta en uno la crítica y que se haga eco de la noticia. Esto así no va bien, desde luego. Sabíamos que había censura, encubierta la mayor parte de la veces y por razón de publicidades, subvenciones, simpatías, etc., pero hasta ahora no había asistido en la democracia a una petición formal de censurar al compañero por parte seudo periodistas. Y que los demás periodistas callasen sin escrúpulos, desde sus asociaciones y colegios profesionales.
- Sección: Cine
- Publicado el 2 diciembre 2021
- Por Moncho
Alquilo título de periodismo.
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