Ayer tuvimos una tertulia calentita en elcercano. Vino uno, no demasiado habitual, eufórico, a dar testimonio de lo bien que había ido, según él, un asunto en el día anterior en el que había participado por querencia de conciencia propia. Los escépticos registraron la euforia del amigo hasta que uno dijo: “confundes cultura con entretenimiento”. Mosqueo, al principio, del susodicho, porque el ego siempre sufre cuando lo ponen contra las cuerdas, y se revolvió un tanto enojado por el comentario, por cierto, sin ninguna mala intención sino con propósito de aclarar conceptos manifestados por la voz cantante. La opinión certera de un tercero alivió cualquier tensión con la contundencia del argumento expuesto. Así, la cultura que se reivindica, por muchos y muchas veces, en gran parte solo es puro entretenimiento y diversión. Lo mejor de todo esto es que aún hay lugar y personas que discuten de estas cosas, de cultura, sin que ninguna sangre llegue al río sino todo lo contrario. Pena de que no estén con nosotros, por vivir fuera, otros varios cercanos a los que me consta les encantaría entrar en las discusiones, pero no todo puede ser tan redondo, así que de momento nos aprovechamos los que podemos y queremos estar juntos a diario.
Cualquier día asistirán también estas perras a las que seguimos diariamente a través de la red Rivela S.A., pues de momento no tenemos habilitado un espacio para ellas. Preciosa fotografía del paseante con perras.