Va a ser emocionante ver distintas reacciones de nuestra sociedad ourensana este día 18 de noviembre respecto a la convocatoria urdida no se sabe muy bien por quién pero bajo un lema de “amor por Ourense” que en muchos casos dará cumplida cuenta con el refrán de “dime de qué presumes y te diré de lo qué careces”. Porque relacionar el amor con una acción como ésta, después de sufrir callados indolentemente desde hace muchos años la peor realidad, cual es la salida masiva de nuestros hijos fuera de nuestra ciudad, resulta un tanto superficial desde mi punto de vista. Vamos a asistir desde la barrera, pues no participamos de esta orquestación porque no nos peta ni podemos como autónomos perder el tiempo que tanto nos cuesta para llevar adelante nuestra empresa en reivindicaciones abstractas y/o de talante político interesado. Por cierto, a los elementos que se autoproclaman reserva espiritual y social de Ourense, atribuyéndose además una sensibilidad especial hacia la cultura, nunca los hemos visto por aquí, o casi nunca, apoyando la nuestra, que existir existe aunque nos la nieguen, y pese al esfuerzo que llevamos acumulado en pro de ella; no apoyarnos a nosotros significa no apoyar a los artistas y escritores que nos visitan, por supuesto y para que quede claro que el compromiso debe ser con ellos. Además parece que la cultura proveniente de la simple lectura de un libro o del estudio individual carezca de importancia, o sea cultura, pues se está asociando ésta únicamente a un rol social y de espectáculo o divertimento (“Divertirse hasta morir”. Neil Postman), que además es sustentada siempre por la subvención pública. Ya hay guerra de comunicados entre colectivos convocados, unos bajados de la convocatoria, otros sumando a estudiantes en huelga de no sé bien qué, algunos denunciando que se bajan de un carro robado, etc. También hay presiones indecentes como son las de clientes a los libreros, presionados para ir en contra del agradecimiento particular debido a unos planes de lectura que los favoreció concretamente la parte contra la que va este movimiento. Ver para creer, aunque por la edad ya hemos visto demasiadas incoherencias en la actitud de muchos que se manifiestan a favor de A hasta que son llamados por Z y los gobierna dándole unos caramelos que los vuelven en contra de A, en una especie de silogismo de por el interés te quiero Andrés. Desde luego que en Ourense hay muchas calles que tomar, siendo las primeras para ello las que gobiernan los de siempre: poder fáctico, económico y político en general, cuando nos gobierna mal; pero tomarlas, además, para volcar la democracia hacia su pureza, hoy podrida hasta las cachas por dejarse viciar. Estas tres patas de la mesa para un futuro halagüeño son curiosamente los principales responsables de llevarnos al barranco a los vecinos como ovejitas de las que ya nos advertía Séneca (e xa choveu bastante). Yo no sé si estos temas, ¡oh, poderosos!, le importan a alguien pero a mí sí porque ellos, estos elementos peligrosos, nos perdonan la vida, nos la quieren cancelar cuando quieren y además intentan manipularnos para salir a la calle cuando les conviene. Pues que salgan ellos y los que se crean algo este cuento.
S.O.S.
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