¿Cómo que no? Ayer dio muestras de que sí. Estos padres de la patria, amantes de la piscina en el edificio en el que trabajan de pascuas en ramos, y amantes también de la gastronomía como lo son además de la buena vida, ayer se reunieron para aprobar una medida decisiva para la historia del país, e iría más, decisiva la para la Historia Universal. Han decidido que ya no haya posibilidad de adelantar en carretera a otro vehículo beneficiándose de una velocidad adicional de veinte kilómetros a la hora, para evitar peligrosidad en la conducción. Yo creo que estas eminentes cabezas, que las sacan de vez en cuando para votar tales lindezas, no se han imaginado las colas que se pueden organizar en una autovía con límite de velocidad de 120km/h, por ejemplo, donde un vehículo vaya a ciento diez, pues para rebasarlo sin superar los ciento veinte que nos limitan, podrán pasar varios minutos que de coche en coche tirarán hasta la caravana continua, y si no ya me lo dirán.
Pero es que además hay que ver la cantidad de problemas de carreteras en mal estado y falta de circunvalaciones, que sí provocan situaciones peligrosas como para estar legislando sobre esta particularidad. Sigo pensando, por ello y por mucho más, que el favor mayor que nos harían a los españoles estos senadores sería dimitir y cerrar el Senado; allí podían albergar un museo