Veo normalmente las noticias de Antena 3. Elijo esta cadena por eliminación de otras, pero tampoco es que los telediarios me flipen demasiado. Pero al menos cuando sale mi sobrina Eva pongo más atención a la noticia que ella redacta y comenta. Buena periodista y, sin embargo, como tantas otros profesionales de la comunicación, va y viene de Toledo a Santiago a cubrir la información y sin estar fija en plantilla. Es algo, lamentablemente, común en el mundo laboral y económico actual, pero si bien también es natural que ocurra en empresas pequeñas y normalmente sin beneficio alguno por no decir con pérdidas, en empresas que declaran beneficios anuales importantes, ya la cosa es diferente, o lo debiera. Pero el periodismo tiene algo que engancha a quien lo practica, y Eva está tocada de ese algo que hace que recorra cada día kilómetros y kilómetros de abondo para cubrir la información sin mayor incentivo o superior premio al propio del trabajo bien hecho, y ahí, en hacerlo bien, lo tengo tn claro que no me explico como no le llegan ofertas de trabajo continuamente. Pero, insisto, muy bien por Eva, y orgullosos de ella.
Y la San Martiño se celebró sin problema. Dos mil personas lideradas al final por un ourensano, y de cuarta la preferida por Jácome para que hiciera historia en España y parte del extranjero, pues se trataba de una mujer; pero quedó cuarta y no hubo dato para la historia y sobre todo para la noticia de alcance nacional, como querría el alcalde.