Pues sí, nos trajo Javier el libro premiado como ganador del Premio de Poesía Miguel Hernández de este año, y comenzamos a leerlo sin sorprendernos de su erudición pero sí algo por lo fácilmente entendible. Desde luego da gusto un detalle como éste, que te traiga su autor un libro tan bueno, cuando él mismo o precisamente porque él mismo siente algo de reconocimiento en su tierra. Pero es que así somos aquí, recelosos con el vecino triunfador fuera de nuestros lindes, quizás por una especie de complejo que impide advertir en el otro, que tuvo la fuerza y el coraje de buscarse la vida fuera, su mérito. Es como la CORREDORA DE FONDO, título de su poemario, en Estación de Penitencia: “Qué severos años de formación para llegar a ser nada”. Pues que esa nada siga venciendo allá donde vaya.
Javier Rodriguez nos trajo su libro ganador del Permio Poesía Miguel Hernández
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir