Hablaba el pasado día en este misma sección de los libros que me han acompañado y acompañan todavía en este tiempo estival. Hoy no voy a hablar de los que está leyendo Pepe Rivela porque llevo día sin estar con él y ya me pierdo con el montón que continuamente maneja. Pero sí que lee el tipo, ademas de haber escrito en su día la pieza teatral “La Región no es una Fábrica de Tornillos” que le costó demanda del propio periódico, que, por cierto, perdió el medio de comunicación. Es duro Pepe, porque no se arruga desde su simple individualidad, y ningún poder al uso, ante cualquier otro poder altivo, fáctico, económico o de influencia emocional, cuando cree que tiene razón, que no siempre la tiene, claro está. Pero Pepe es valiente, rudo, patafísico, se pone el mundo por montera cuando le quieren dar por culo y tiene que defenderse. Y se apoya mucho en los textos que lee, textos interesantes y de gentes que merece la pena leer. Pepe es diferente, para algunos un poco raro, para mí bastante, pero sobre todo es buena gente, con nobles sentimientos, y si no que se lo preguntes a estas perras que comen de su mano lo que le ponen a él.
Lector y dramaturgo
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