Esta casa grande a mí me parece en algunas ocasiones una casa de putas, metafóricamente hablando. Porque llegan las elecciones y hay transacciones casi corporales cuando no morales que quitan el hipo. Los cuerpos de los partidos hacen favores y quitan según se pongan cachondos algunos que ostentan más poder que los otros. Felaciones, perdón felones vistiéndose de decencia cuando las nalgas llevan huellas de palmadas obscenas, predicando cual arzobispo de Tarragona que intenta desviar la importancia del asqueroso manoseo a infantes por parte de curas de su diócesis con un simple “hay momentos de debilidad”. Por esa debilidad de seguir en el machito político, quizás porque no se sepa estar en otro machito cualquiera, se suceden operaciones como la de traicionar al fiel con otro infiel, hasta cierto punto comprensible por simpatía con la misma manera de hacer. En el tema de Ciudadanos Ourense la verdad es que el fichaje de un concejal del PP, y no cualquiera sino el que más tiempo lleva viviendo de ese partido, a tres meses de la cita electoral dice poco en favor de la lealtad como concepto, idea, sentimiento, y principio de conducta humana y social. Le honra al anterior portavoz y coordinador de esta formación, que algunos saludamos hace años con simpatía porque creíamos que venía a cambiar formas anquilosadas y vergonzosas que imperan en los partidos, el haber dimitido de su puesto y responsabilidad alegando la incorporación de la vieja política a esta nuestra agrupación; parece que al final hemos cambiado nuestros ideales por las soluciones profesionales ofrecidas por quien siempre ha vivido, vive y vivirá de la política, por aquellos que representan todo contra lo que nosotros hemos luchado o por lo menos contra quien yo lo había y seguiré haciendo», ha explicado Rodríguez. Pues sí, le honra al tiempo que deshonra al otro.
Pero estaba yo en esta historia cuando leo algo del alcalde que no me gusta, y es que no vale todo en política; porque hoy sale sacando pecho por la bajada de impuestos del IBI, atribuyéndola a su voluntad cuando no es verdad, porque sabemos muchos que fue imposición de Jácome para apoyar en su día una medida económica que salvase el culo al gobierno del Concello. No me gustan las trampas para ganar, prefiero pitar una bola de tenis dentro si tengo la mínima duda de que haya pisado la línea aunque la vea fuera, y aunque el punto sea de partido, porque más vale honra sin barcos que barcos sin honra. Así que no me vale esta postura.
Y como esto no va a parar de emponzoñarse la verdad es que da gusto comer con gente con un hilo de conversación del que pende un aprendizaje bueno, como al que presto atención, porque oir hablar de literatura, en particular poesía pues no en vano estaba la ganadora del premio de este año de invitada para conocer al jurado que la distinguió con el III premio de poesía elcercano, o de filosofía, humanidades varias y demás, sin que medie el interés del mayor ignorante que solo busca poder como placer, sin darse cuenta que cuánto más poder alcance más deseará sin saciar su paz cual adicto de otras drogas cualesquiera, esto es algo que reconforta el espíritu y nos aleja de esas cuitas miserables que venimos observando pero que ahora se acrecientan por la oportunidad coyuntural de arreglar la vida con un puesto de concejal. Concejal, la aspiración mayor de muchos y la mierda de otros tantos. Rilke, Valery, Manguel e incluso Lacan, es harina de otro costal, de un costal sin siquiera rozadura de lanza romana.