Reunir literatura, música y pintura el mismo tiempo y en casi mismo espacio, simplemente separadas las emociones respectiva por tabiques de madera o cristal, es algo que hace mágico nuestro devenir respecto al poder de otros órganos oficiales donde todo se tamiza a través de su repercusión mediática o de fama y poder. Ayer hemos contado con la poesía de Montserrat Villar, la música de Carlos de Aira y la pintura de Pilar Blanco, amén de la compañía de gente que se reúne para charlar y contar cosas, como el propio amigo Julio Dorado que también encuentra su espacio en elcercano para rematar el artículo dominical a La Región. Que elcercano sea lugar de encuentro para algunos nos satisface enormemente, y lo que sentimos es que otros se dejen tentar para hacer cultura por sirenas que emiten sonidos de dinero público, que suenan a puro metal y falta de libertad, por sus apoyos institucionales. Un gusto, francamente, días como el de ayer.
Un día espléndidamente ‘cercano’
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir