Ayer publicaba La Voz que la Compañía de Recuperaciones Patrimoniales en Cuba ha ido reuniendo en los últimos años la documentación de casi 400 familias gallegas que tuvieron que dejar la isla entre los años 1959 y 1962 abandonando los bienes que tenían allí, y que esas propiedades, de las que sus descendientes tienen la documentación, están valoradas en unos 3.500 millones de dólares (más de 3.100 millones de euros), según explican en la compañía.
Pues bien, que conste que ahí no se contemplan los bienes esquilmados a mi abuelo José Conde, propietario del Hotel New York, tal como se aprecia en la foto, además de una enorme cantidad de tierras que no se cruzaban en todo un día a caballo. Mi abuelo José emigró como polizón a Cuba con 13 años y tuve la suerte de que su arrojo infantil cayera en gracia en un matrimonio que lo cobijó desde el primer momento. Desde ahí hasta su edad adulta se creo un buen porvenir que chocó lamentablemente contra la salud.
Aún conservamos en casa dos cartas con instrucciones al administrador que había dejado en Cuba, una persona fiel hasta que vio la oportunidad de birlarle lo que pudo solo porque el abuelo no podía regresar con su cuerpo. Así que no solo los Castro fueron el motivo de la salida de españoles bien situados de Cuba sino otras circunstancias humanas que cada uno sabe de cada casa.