Pues estaba esta buena gente jugando tranquilamente al ajedrez en nuestro patio cuando ha vuelto a aparecer la mala persona que nos tiraba huevos y ahora ha reemplazado por globos llenos de agua. Ha vuelto a atacar un lugar que es remanso de paz, cuidadoso con los vecinos hasta decir basta, y que no sabemos por qué interés esta empeñado el saboteador en que no lo podamos disfrutar. Es una tristeza ya aguantar elcercano en esta ciudad de Ourense donde la gente le da la espalda por razones varias como para tener además estos inconvenientes de la maldad cobarde de algún cabrón que algún día nos escuchará en vivo y directo hasta que las mejillas coloreará a no ser que además sea, para la peor suerte nuestra, un tarugo que nos ponga a nosotros la cara roja de las hostias que nos meta. Pero no cejaremos en averiguar quien coño es y denunciarlo públicamente y judicialmente llegado el caso si no vemos arrepentimiento o juego de niños que tendrá que prohibirlo la madre que lo parió. Hay que joderse con el personal.
Y que llueva ya, que además de la sequía, que nos acogota el alma y la boca, nos vacía el local.