La noticia dice así: “El dibujo que el pintor canario Cristino de Vera (Santa Cruz de Tenerife, 1931) donó al Concello de Celanova en el año 1999, con el título de Cristo y taza, se encuentra ya colgado en un espacio público del monasterio. Después de pasar años en el despacho del alcalde, ahora es visible para los visitantes y vecinos que pasen por el vestíbulo que conduce a la capilla de San Miguel. Fue el profesor José Rivela quien conoció al pintor, el primero que expuso en vida en el Museo Arqueológico Nacional, y entabló relación con él. El dibujo que donó a Celanova estuvo expuesto en el Museo Reina Sofía. Desde hace unos días, está en un espacio público”.
Menos mal que no salió del despacho porque a veces ocurre que las cosas de este tipo, digamos arte, desaparecen del patrimonio público al confundirlas en el tiempo los inquilinos como suyas propias. Hay tanta leyenda al respecto por ahí que hoy solo tenemos que celebrar que lo que consiguió en su día el profesor Rivela para el monasterir de Celanova se coloque donde debió estar desde el principio.