Estados Unidos termina este martes su campaña electoral más dura en décadas con la candidata demócrata, Hillary Clinton, manteniendo una ventaja clara, pero dentro del margen de error de las encuestas, sobre su rival republicano, Donald Trump.
Pese a la poco ilusionante que resulta imaginar a cualquiera de los dos, ni que decir tiene que ¡bendita democracia americana! si miramos de reojo a la elección en Nicaragua con Ortega refrendado por el 75% de los votos o a Venezuela con el duro más Maduro que se podía haber imaginado el mundo después de Chavez.
En fin, que Dios nos coja confesados con uno u otra, simplemente porque no nos fiamos y ojalá el tiempo nos contradiga y podamos rectificar.