Pues sí, pasaron todos los líderes políticos de los partidos más representativos por la vergüenza de someter a unos niños a la ardua tarea de preguntarle a los señores mayores por política nacional. Un montaje fuera de lugar pero que como viene auspiciado por una televisión importante los políticos-selfie que tenemos ahora no pueden decir que NO. Donde va uno van todos, además, ¡viva la no diferencia!. Cualquiera no le acepta a Ana Rosa Quintana, con la audiencia que ella tiene.
Cinco niños para preguntarle sobre pactos, corrupción, y otras cuestiones para que Rajoy se luciera sin problema. Que ¿por qué no es Soraya la candidata a presidente?, pues porque a él lo eligieron presidente de su partido, así de fácil es lucirse sin oposición ni periodistas que conocen de qué va la cosa y Rajoy. Simplemente, vergonzoso, porque deslegitima cualquier connotación de tipo curiosidad humana y simpática el hecho de que estamos en campaña aunque aún no hayan pegado el primer cartel.