Hoy dia y a pesar de estar de moda las antiguas prácticas misticas o incluso esotéricas de Oriente, como el budismo, el sufismo, el taoismo…el hombre actual tiende cada vez mas a buscar en el exterior su satisfaccion y realizacion personal. Incluso, ente los practicantes primerizos los hay tan “listos”que pretenden utilizar estas técnicas para su logro personal esclusivamente, sea fisico o mental, para mejorar en su trabajo o en sus negocios, en el desarrollo cognitivo, y hasta en la práctica del sexo…le llaman a esto “crecimiento personal”.
Que duda cabe que todos tenemos capacidades latentes, y que es totalmente legitimo tratar de desarrollarlas, para asi lograr una mayor satisfacción en sus logros personales. Pero, en su ignorancia, en el sentido budista, pues en el otro son muy listos, no se dan cuenta que es ese mismo deseo de “crecer”el que les va ,paradogicamente, a impidir mas esa ascensión que buscan, pues el deseo es precisamente la principal causa del sufrimiento humano, según la segunda noble verdad del budismo. Por eso todo el que pone sus pies en el sendero de la auténtica realización, si es que de verdad mantiene una práctia diaria de meditación auténtica, va a ver incrementada esta ambivalencia neurótica, mas allá de lo que es normal en todas las demás personas. Por eso el principiante, con pocos años aún de práctica, suele descargar la tensión que le crea esta dicotomia interior de querer y no poder, con diversas manifestaciones exaltadas (es la huida hacia delante) o repimiendose en silencio (es la huida hacia atás). Todo menos saber estar sin atracción ni rechazo en el momento pesente, pues para eso hacen falta muchos años de verdadera práctica diaria, de una vida de recogimiento, mas allá de las veleidades del mundanal ruido, de la contaminación emocional y afectiva que tanto arastran a la persona ordinaria. Curiosamente esto no quiere decir que necesariamente haya que apartarse del mundo, lo que pasa es que la verdadera realización se hace mucho mas dificil de alcanzar, porque se evade uno mas facilmente de la popia auto obsevación. De todas formas en el estado de conciencia ideal(iluminación), si, es posible regresar a la vida mundana sin contaminarse, pero entonces, la diferencia esencial, es que uno ya no lo busca ni le apetece.
Si el iniciado tiene verdadera madera para llegar hasta donde hay que llegar, aunque solo sea a un cierto grado de “despertar”, soportara con paciencia y reconocera los continuadas dificultades que encuentra, para realizar plenamente aquel primer deseo que le llevó a iniciarse en la práctica meditativa, hasta que algun dia quiza se despierte a esta segunda noble verdad del Buda y se calme. Hasta entonces solo recogerá los frutos de una técnica, despues recogerá los del “Despertar”. A partir de aqui todavia queda mucho camino hasta la iluminación ,si es que en su karma exisiese esa posibilidad, pero este primer despertar hace comprender al iniciado claramente, la gran diferencia entre el amor ordinario y el Amor espiritual. Esto y solo esto, es lo que le capacita para continuar su camino propiamente espiritual hacia la iluminación.
Iluminación es un término acuñado en Oriente para designar un ideal estado de consciencia, que no es ni racional ni irracional sino que es transracional. Consiste en poder estar mas allá de la propia mente, donde la psicologia normal considera que no hay ya nada. ¡ Claro que no hay nada!. Todos los antipodas mentales que sustentaban la mente desaparecen: ni amor ni odio, ni bien ni mal, ni tensión ni distensión, ni deseo ni no deseo, ni atracción ni rechazo….ni ego ni no ego….porque si no existe el ego ¡cómo va a existir el no ego!