Casi todo el mundo se queja continuamente y a mi modo de ver, lo mas curioso es que, en la mayor parte de los casos, es en nosotros mismos en donde radica el problema, por nuestra excesiva susceptibilidad . Los chinos tienen un dicho sobre esto:”Si tus males tienen arreglo, ¿por qué te qejas? y si no lo tienen, ¿por qué te quejas?”.
La doctrina budista surge como una solución al sufrimiento, y encuentra que el origen de este se haya en el deseo con avidez. Por eso, personalmente, veo el budismo mas como una psicologia de la conciencia que como una religión. En el hombre civilizado de hoy en dia, con sus necesidades básicas cubiertas, este deseo ávido suele ser el de reconocimiento o incluso de notoriedad ante los demás. En mi opinión lo peor que nos puede pasar, con ese deseo exagerado, es que consigamos llegar a esa cumbre de admiración de los demas, pues entonces suele pasar que nuestro ego se infla tanto, que no va a ver la necesidad de reducirlo para poder asi ser realmente feliz, pues nuestro ego es nuestro peor enemigo, sino que por el contrario, al creerse en la cresta de la ola crée o quiere creer, que eso va a durar siempre. Pero la realidad es muy tozuda y cuando viene el descenso el sufrimiento es mayor. Contemplandolo asi, imparcialmente, uno tiene la impresión de que TENEMOS LO QUE MERECEMOS. Esa ansia de poder no solo se da en los grandes politicos, banqueros o líderes en general, sino que en estos es mas visible y evidente, lo que ha dado lugar a la conocida frase de la “erótica del poder,”sino que tambien ocurre en casi todos los demás. Se le quiere dar comnotaciones como la de “realizarse en la vida”, “servir a los demás, ser emprendedores”… pero normalmente lo que verdaderamente esconden es el mismo deseo de reconocimiento y notoriedad, y como la sociedad se mueve asi en general, mal de muchos… Es por lo que esta actitud ante la vida se considera, y es lo normal, tan legitima como cualquier otra por muy desprendida o filantrópica, o incluso espiritual que esta sea, cuando que está claro que la diferencia es abismal, pues en aquella actitud tan normal, suelen coexistir el interés cultural o de liderazgo o del tipo que sea, con el afán crematistico del beneficio propio.
En realidad no es facil ser capaces de escapar de esta tendencia tan generalizada, pues por una parte es cierto que hay que ocuparse en algo, aunque solo sea para no aburrirse y peor es el tedio de los inutiles o la basura de los mentirosos. Por eso casi todos estos movimientos suelen aparecer, al principio, con una sana ilusión, por hacer algo por los demás, crear un mundo mejor… lo cual es, en mi opinión, una motivación y una actitud naturales y auténticas. Hasta aqui yo mismo tambien me sentiria asi. Sin embargo la realidad de los hechos nos demuestra que, poco a poco casi imperceptiblemente, incluso inconscientemente, nos apasionamos por mejorar cada vez mas nuestro rendimiento, para alcanzar el exito continuado, convirtiendonos a nosotros mismos en esclavos de nuestro ego en vez de lograr la paz y felicidad que da, el que este sea nuestro servidor y no nuestro amo. pero es que fuimos nosotros mismos los que le hemos otorgado ese poder y ahora no nos queda mas remedio que continuar siendo sus esclavos, pues ya no sabemos vivir de otra manera y hay que “seguir adelante con los faroles”. El dar marcha atrás en este proceso lo considerariamos una gran derrota personal, y si ademas no tenemos otra ocupación o afición sustituta, facilmente caeriamos en la depresión. Atrapados pues en esta doble tenaza, no queda mas remedio que “seguir tirando” , claro está que mientras el cuerpo aguante, pues el stress pasa factura y la enfermedad psicosomatica tambien. Pero no olvidemos que estas postrimerias nos las hemos estado buscando nosotros solitos, pues son muchos los que en vez de reconocerlo y asi poder reconsiderar cual puede ser mejor camino a seguir, o que mejor actitud se puede tomar ante la vida, en vez de eso descargan su frustración interna echando la culpa a los demás, o a la sociedad en general…