Esta segunda fase del proceso taoista de la alquimia interna, que a mi personalmente me resulta parecido o complementario al que se sigue en el Zen por otro camino, es tan fundamental para la longevidad, como lo era la órbita microcósmica para la salud en la fase anterior, pero es que ademas el iniciado ha de seguir practicando ambas, por lo que no solo disfrutara de una larga vida sino que tambien lo hara con buena salud.
Al aumentar considerablemente las hormonas, sobre todo las sexuales, en la primera fase, los monjes tanto budistas como taoistas, aunque mas aquellos que estos, encontraron en esta segunda fase de transformación del Jing en Chi, la fórmula ideal para aplacar su libido aumentada, al convertir esa energia sexual extra en energia vital (chi) primero y a continuación esta en energia espiritual (Shen). Pero solamente con realizar la primera fase no es suficiente para calmar el impulso sexual, pues, segun la medicina tradicional china, cuando la energia vital circula bien y en cantidad suficiente, por las órbitas micro y macrocósmica, los organos internos reciben armoniosamente, toda la energia vital necesaria y suficiente para disfrutar de una salud plena y en consecuencia el deseo sexual permanece.
Solamente cuando el iniciado está realmente preparado y tiene voluntad de dar este segundo paso del camino hacia la Iluminación, despues de practicar largo tiempo el “Lavado médula-cerebro” y completar de forma estable esta segunda fase, se puede realmente controlar el impulso sexual y ser verdaderamente libre de realizarlo o no.
Los monjes budistas de la época de Ta-Mo (550 .d .c.), practicaban el celibato, por lo que esta práctica les resultaba excelente para este fin, pero fundamentalmente su verdadero fin era sublimar, completamente o lo mas posible, el chi y convertirlo en Shen o energia espiritual pura, pues una vez elevado y vigorizado el shen en su residencia (Dan-Tien superior), desde este centro superior de energia, se controla ya automaticamente toda la circulación energética del cuerpo. Por el contrario los monjes taoistas no practicaban el celibato, pero en sus relaciones sexuales habian alcanzado la capacidad de ser libres para eyacular o no, segun quisiesen, de modo que cuando no lo hacian toda la energia del acto sexual se dirigia al Dan-Tien superior, siguiendo el proceso del “Lavado médula-cerebro”, realizando asi un orgasmo espiritual en dicho centro, que revitalizaba el cerebro y elevaba el espiritu y que por supuesto no tiene nada que ver con el orgasmo fisiológico.
La teoria básica de la técnica aludida, supone que ya hay buen dominio de la circulación macrocósmica. El iniciado ha de dirigir el chi de los dos vasos de cada pierna, primero al Dan-Tien inferior, despues al huang- Ting o “Patio Amarillo”, situado entre el Dan-Tien inferior y el Medio y por último al Dan -Tien superior, todo esto durante la inspiración y visualizando el recorrido a través de la médula espinal. Inmediatamente despues hay que elevar todo el perineo, cerrando los dos esfinteres anales y fijar la mirada interior en el entrecejo, reteniendo la respiración moderadamente, y espirando suave, lenta y profundamente a continuación, dejando que la energia se expanda por todo el encéfalo. Esto va a permitir activar mas neuronas cerebrales revitalizando asi mas conexiones cerebrales, pero lo mas importante para el iniciado, es que elevará el espiritu de vitalidad (Shen), hasta tal punto que pueda permitir en una tercera fase, que este salga al exterior a través de la puerta del “tercer ojo”, abandonando su residencia habitual en el Dan Tien superior, convirtiendose asi en independiente e inmortal.
Una vez mas repitiré que este tipo de practicas son un arte muy elevado y que el principiante debe abstenerse de intentar realizar, primero porque no está suficientemente preparado y segundo porque al no saber equilibrar bien el yin y el yang propios, al subir demasiado la bioenergia al cerebro, puede “quemarse en su propio yang”, lo que trae como consecuencia los denominados, segun nuestra psiquiatria occidental, dolores tensionales de cabeza, que pueden desarrollarse con o sin depresión.