De fiesta
Ayer fuimos de fiesta, esto sí, una fiesta cultural, porque visitar la Catedral de Ourense con el canónigo de guía no es cosa cualquiera, es verdadera fiesta. Mil cosas en las que nunca hemos reparado pese a ser mil veces vistas, o cien veces, o, seamos francos, una decena. Pero es que el que sabe, sabe, y así te descubren el tesoro que se esconde entre las piedras de siglos. Además de la estética. Y