Tengo mucho que espabilar en Instagram
Pues sí, mucho que espabilar, porque no me entero. El facebook me toca ya un poco las pelotas, aunque siga atendiéndolo por necesidad de comunicar los eventos que hacemos en elcercano, y es que no hay que olvidarse que estamos cancelados en La Región, que aunque cada día la lee menos gente y es menos influyente, aún es importante en esta sociedad ourensana tan tradicional hasta en los que se dicen oponentes a ella. Pues
En el Casco Vello no hay quien viva
Son los ruidos, es la gente que se concentra en sus calles para comer y beber, son olores de tuberías gastadas por el tiempo, orines de medianoche y soledades matutinas que ahogan. Demasiadas cosas para querer vivir entre esas piedras que vieron las calles nacer. Ahora, al parecer, han cerrado recientemente algún pub que lleva años dando brasa de watios a quienes estoicamente no huyó de su casa, bien por resiliencia, bien porque no tiene
La ley de la parida
Está sembrado el presidente, o está nervioso. De lo contrario, no se explica la cantidad de tonterías que nos ofrece. Desde esas tomas falsas, más falsas que donde las toman, de escenas costumbristas ad hoc para ganarse la simpatía de un pueblo al que miró desde las alturas del Falcon toda la legislatura. Ahora no, ahora pisa suelo de petanca, de biblioteca universitaria, de piso estudiantil y de jugador de baloncesto en silla de ruedas,